Para mí es un gran honor que Dionisio me haya pedido que escribiera su semblanza, que acompañará a la reseña de su actividad científica y docente.
Conocí a Dionisio hace muchos años, cuando yo cursaba la asignatura Química Inorgánica, segundo año de la Licenciatura en Química (plan 1963), pero no tuve la suerte de ser su alumna en ninguna de las asignaturas siguientes, en algunas de las cuales se desempeñó como Ayudante Diplomado.
Me incorporé a su grupo de investigación, “Electroquímica fundamental”, en el INIFTA, a mi regreso al país, luego de una estadía de tres años como Becario Externo del CONICET (junio 1983 - junio 1985) y como Investigador del Departamento de Física, de Brookhaven National Laboratory, EE.UU., (junio 1985 - junio 1986). Es decir que, desde el año 1987 a la fecha, hemos trabajado en colaboración en distintos temas de Fisicoquímica y Electroquímica.
Dionisio es, y siempre lo ha sido, un científico y maestro excelente, nunca ha escatimado esfuerzos, ni experimentales ni teóricos, para entender acabadamente y resolver una determinada cuestión o problema del tema en estudio. Al menos, dentro de las posibilidades del equipamiento de nuestro laboratorio, en los distintos momentos.
Dionisio, excelente profesor en asignaturas de grado y posgrado, ha codirigido dos tesinas de licenciatura, ha dirigido catorce tesis de doctorado y ha supervisado otras dos, en temas muy diferentes, todas en el marco de la Fisicoquímica y Electroquímica.
En este punto, me tomaré la libertad de realizar un comentario irónico que permite conocer algunos aspectos de la personalidad de este hombre.
El lector de esta semblanza leerá en la RESEÑA, las siguientes palabras del Dr. Posadas, referidas al argumento que lo guió para elegir la orientación de su formación de grado: “elegí la orientación Fisicoquímica, no me gustaba la Química Orgánica”.
Yo me permito completar su frase; al Dr. Posadas, a quien no le gustaba la Química Orgánica, aún no le gusta. Sin embargo, como suele suceder, el destino tiene la costumbre de regodearse en la ironía, y lo cierto es que hace más de 20 años que está estudiando polímeros conductores orgánicos.
Dionisio es tozudo, de ningún modo el adjetivo que he empleado es peyorativo, todo lo contrario, lo considero una buena cualidad; a su vez es entusiasta hasta el cansancio, posee la curiosidad innata de todo científico y una capacidad que lo hace movilizarse hasta llegar al fondo del tema de estudio, que le ocupa en un determinado momento. Nunca se queda a mitad de camino de la investigación que ha emprendido él o alguno de sus becarios o pares del grupo. Cabe puntualizar que, precisamente, en este aspecto de su interesante personalidad y fiel a su indeclinable formación científica, no acepta ninguna idea ni teoría sin que se la pueda comprobar o verificar a través de algún experimento, o ecuaciones.
Más allá de sus intereses y cualidades como hombre de ciencia, Dionisio es un lector incansable, vale señalar de “todo tipo de literatura” y un amante de la música, fundamentalmente de la guitarra y del canto, respecto del cual lamenta “no tener el don”. Desde muy joven, Dionisio ha tenido fama, que aún mantiene, de ser un excelente relator de cuentos siempre muy ingeniosos. Este es un aspecto de su personalidad que causa admiración en los jóvenes que se aproximan a su grupo.
Antes de finalizar esta semblanza quiero transcribir palabras de uno de sus colaboradores y colegas, Fernando V. Molina: “Dionisio Posadas ha sido y es extraordinario como científico y como persona. Siempre dispuesto a la ayuda y al consejo; ha sido un director de tesis sólido y amable, es un colega confiable y un amigo entrañable”. Dionisio, en nombre de todos los que han conformado, y aún lo hacemos, tu grupo de investigación, “Electroquímica Fundamental”, quiero decirte: ¡Gracias! Por tus enseñanzas, tu interés, tu originalidad, y las ganas de seguir investigando, que a todos nos llena de entusiasmo.