Recordar al recientemente fallecido Rodolfo Brenner es evocar no solamente a uno de los grandes científicos y docentes de nuestro país sino a una excelente persona, de perfil fuera de lo ordinario; un amante de la naturaleza, culto, con docenas de intereses, enamorado de la Patagonia y entusiasta de la actividad física. Alguien que, junto a su esposa Marta Grosso, también fallecida recientemente, siempre irradió energía y calidez.
Brenner nació el 17 de Julio de 1922 en Banfield (ahora parte del Gran Buenos Aires), hijo de un empresario lanero y con un tío abuelo que había sido presidente de la Confederación Suiza. Estudió en el Colegio Nacional de Buenos Aires de donde egresó en 1940, ganando tres medallas de oro por su desempeño. Fue en el secundario cuando despuntó su interés por la Química, lo que lo llevó en 1946 a obtener el título de Doctor en Química en la Facultad de Ciencias Exactas, y Naturales (FCEyN) de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Su tesis versó sobre la "Composición Química de Aceites de Oliva Argentinos", en la que fue dirigido por el Prof. Dr. Pedro Cattáneo. Con esta Tesis obtuvo otra medalla de oro, como mejor egresado. A partir de ahí, pasó a ser uno de los expertos sudamericanos en lípidos, de reconocido prestigio. Y fue indiscutiblemente uno de los más importantes bioquímicos de la época más destacada de la investigación científica en Argentina. En su larga carrera científica y docente, Brenner alcanzó las máximas distinciones. Interaccionó con los premios Nóbel Houssay y Leloir y conoció a los otros dos Nóbel Argentinos (Saavedra Lamas, quien le entregó la medalla en el Nacional Buenos Aires y Milstein).
Desde 1946 hasta 1954, Brenner desempeñó cargos en las áreas de Bromatología y Análisis Industriales de la FCEyN, inicialmente como Ayudante y luego como Profesor Docente Autorizado. Al mismo tiempo, estuvo a cargo de la Sección de Toxicología Industrial en el Instituto de Investigaciones Médico-Tecnológicas y el Instituto de Higiene Pública. En sus primeros años de docencia dirigió cinco tesis doctorales y publicó varios trabajos originales, relacionados con la composición de lípidos de varios peces de río.
En la Universidad de Buenos Aires, existía un ambiente de fuerte hostigamiento hacia los investigadores y docentes que –como los Dres. Houssay, Braun Menéndez, Leloir y muchos otros, no aceptaban afiliarse al partido peronista. Según sus propias palabras a Brenner lo “ acusaron de ser un peligro para el gobierno peronista y aun hoy no comprendo por qué. Yo nunca milité ni estuve involucrado en política”. Así, en 1954 Brenner se postuló a una Beca postdoctoral del British Council, que obtuvo; fué para trabajar sobre "Química y Bioquímica de Lípidos" con el Profesor John A. Lovern en el Torry Research Institute de Aberdeen, en Escocia.
Por consejo del Dr. Houssay, a su regreso, se presentó y obtuvo por concurso el cargo de Profesor titular con dedicación exclusiva en la Cátedra de Bioquímica de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nac. de La Plata, cargo que desempeñó desde 1956 hasta 1988; continuando como Emérito en la misma cátedra. Generó allí un grupo de investigación que tempranamente obtuvo un amplio reconocimiento internacional por los trabajos sobre la biosíntesis de ácidos grasos poli-insaturados.
Al crearse en 1961 la Carrera del Investigador Científico del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), ingresa como Investigador Independiente llegando a ser Investigador Superior en 1973 hasta el 2008 en que fue nomrado emérito. Durante esos largos años publicó más de 300 trabajos científicos en revistas nacionales e internacionales y dirigió dirigió 41 tesis doctorales mas. Sus comunicaciones a Congreso, conferencias plenarias (más de 130) y dirección de simposios en reuniones nacionales e internacionales fueron numerosísimas En noviembre de1964, asistiendo al VI Congreso Internacional de la Asociación Latinoamericana de Ciencias Fisiológicas en Viña del Mar, Chile, discutió con varios argentinos, entre ellos L.F. Leloir, la conveniencia de crear una sociedad de Bioquímica, independiente de las de Fisiología. Fué así que en 1965, Brenner, junto a Leloir, Andrés Sttopani y Federico Cumar, fundaron la Sociedad Argentina de Investigaciónes Bioquímicas, (SAIB); una institución que enseguida alcanzó jerarquía internacional y ha sido sumamente activa hasta el día de hoy. Fue su Presidente en el período 1971-72.
Los cargos desempeñados por Brenner han sido numerosos e importantes: fue profesor en la Universidad de Colonia (Alemania, 1968), Director del CONICET entre1968 y 1970 y del Instituto de Fisiología de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNLP (1971-82). Como se indicó, fue Fundador y Director del Instituto de Investigaciones Bioquímicas de La Plata (INIBIOLP) (1982-2003). Fue Consejero y Decano substituto de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNLP, y repetidamente miembro de comisiones científicas y académicas en el CONICETy Universidades y en la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC) de la Pcia. de Bs. As. Fue representante sudamericano en el Steering Committe of the International Conferences on the Bioscience of Lipids (ICBL).
A lo largo de su trayectoria, Brenner recibió numerosos reconocimientos y premios. Además de sus medallas iniciales y la medalla Skibb 1950, entre otros, recibió la "G. Burns and Von Euler gold medal" en Londres 1985, fué Premio de la Fundación Campomar en 1972; Premio Herrero Ducloux de la Academia Nacional de Cs.Exactas, Fisicas y Naturales en 1974; Premio Konex en 1983; Medalla de Oro “G. Burns and Von Euler” otorgada en Londres en 1985; Premios “Alfredo Sordelli” en 1985 y “JJ Kyle” en 1990 de la Asociación Química Argentina. Recibió el “Supelco AOCS Research Award” de la American Oil Chemists’ Society, en Baltimore, USA, en 1990. También el premio TWAS 2001 Award in Basic Medical Sciences de la Academia de Ciencias del Tercer Mundo, en Nueva Delhi, India, 2002; el Premio “Houssay” Trayectoria 2009 en el área Química, Bioquímica y Biología Molecular en Buenos Aires, 2010.; y la “Distinción Investigador de la Nación Argentina” en 2010. Asimismo fue nombrado Socio Honorario por varias sociedades científicas. Perteneció como académico titular a las Academias Nacionales de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, de Ciencias de Buenos Aires y de Farmacia y Bioquímica. Además fué Académico Correspondiente de la Academia de Medicina de Córdoba.
Al terminar de recordar su impresionante carrera científica resulta imposible olvidar al Brenner (“Fito”) fuera de los laboratorios y cenáculos, temerario en sus emprendimientos y multifacético. Ejemplo de tesón y perseverancia, con su esposa, durante 17 años, construyó, sin ayuda alguna, una cabaña de troncos en Chascomús (Prov. De Buenos Aires), en un campo de la familia. Allí pasaba muchos de sus fines de semana. Cuando joven, se enamoró de la Patagonia y gracias al buen pasar de su familia, durante su carrera universitaria, en las vacaciones de invierno, aprendió a esquiar en el Cerro Catedral de Bariloche, haciendo amistad con el gran andinista Otto Meiling. Sus proezas físicas en lagos y montañas del sur argentino y otros y sus travesías pioneras en su camioneta fueron legendarias. Su excesiva temeridad y audacia lamentablemente contribuyeron a la pérdida de sus dos hijos, en los rápidos del Fitz Roy (Río de las vueltas) uno y buceando en el Nahuel Huapí el otro. Su formación dura y disciplinada lo ayudó a superar tan tristes momentos.
Para quienes lo conocimos, Brenner fue una personalidad querida e inolvidable.